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Caso de Error #1: No me fio de mi
Quiero comenzar una serie sobre errores que he r cometido con la gestión de mi dinero
Son errores que se podría haber evitado simplemente con un poco de sentido común.
Es muy probable que tú, estimado lector digas: “eso no me ha pasado nunca o no me pasaría”
Si es así, enhorabuena.
También puede que no hayas estado nunca ante esta situación. En todo caso espero que te sirva como herramienta para realizar una mejor planificación financiera en el futuro.
La falta de confianza en si mismo , creer mas en los demás que en ti mismo
Siempre he admirado a aquellas personas que son lideres natos, personas que cuando les ves tomar una decisión lo hacen con una aplomo y una confianza en sí mismo tal, que el resto de las personas les siguen donde sea, sin dudar.
Ese tipo de personas a las que cuando les escuchas hablar, no dudas en unirte a sus proyectos y trabajar a su lado.
He sido afortunado de conocer de cerca líderes así, y aprender a su lado durante muchos años.
Personas que han construido organizaciones de la nada, con una idea, una motivación, una disciplina, y una capacidad para confiar en sus decisiones excepcionales.
Bueno, pues yo no soy así, yo, para tomar decisión, cualquier decisión, tengo que analizarlo, volver a analizarlo, consultar, comprobar, verificar, comparar…dudar y volver dudar otra vez y solo cuando alguien me valida la decisión entonces la tomo, pero “acojonado“ por ello, pero liberado por que “otro” me valida la decisión
Pero siempre, siempre, siempre, busco el apoyo de alguien a quien respeto para asegurarme sobre la decisión que voy a tomar.
Esto ha provocado las siguientes situaciones:
He tardado demasiado en tomar una decisión y he perdido grandes oportunidades tanto de negocio como personales.
Perder el tiempo en toma de decisiones poco relevantes para el objetivo esperado
Intuir desde el primer momento intuía que era lo que debía hacer y terminar no haciendo nada.
Fiarme en exceso de terceras personas y terminar haciendo aquello que no quería.
Se trata, simplemente, una falta de confianza en mí mismo desmedida.
Un Síndrome del Impostor de libro, del que por mucho que lo intento me cuesta desprenderme
Hace unas semanas volví a caer en ello, y he vuelto a vivir la situación de confiar más en los otros que en mí mismo, para darme cuenta que estaba haciendo aquello que de inicio no deseaba hacer, lo explico:
A pesar de tener muy claro mi plan de inversión, como he relatado en esta newsletter. Tenia algunas dudas relacionadas con el Asset Allocation y la incertidumbre en Europa, motivada por la inestabilidad con Rusia no ayudaba a ello.
Todo ello a pesar de que tenia un plan de inversión definido desde hace años basado en inversión de fondos Indexados de forma sistemática, con una diversificación fantástica y con unos resultado absolutamente excelentes, 12.2% de rendimiento anualizado( en los últimos 10 años) hasta el 31 de Diciembre del 2021.
Pero como me empezaba a dar vértigo la situación, en vez de confiar en mi plan decidí acudir a alguien que supiera más que yo, y acudí a los Asesores que tengo en mis entidades financieras.
Dos de ellos respondieron a mi llamada de ayuda, y me presentaron sendos planes de planificación de inversión.
Uno de ellos, presento las opciones de forma clara, transparente, indicando recomendaciones de Asset Allocation, fondos recomendados y comisiones a aplicar. Pero una presentación un poco pobre.
El segundo hizo lo mismo, pero lo presento de una forma muy profesional, con una presentación muy completa, analizando escenarios, y realizando una propuesta de inversión a 5-10 años vista que me gustó mucho.
Claro, cuando ves a expertos en su area hablar, escuchas con atención, pues tienes de olvidar todo lo que sabes y has leído, y dejas de confiar en ti mismo, para delegar tu vida y tus decisiones en otra persona.
El caso es que decidí que un % de mi cartera, delegarlo en este segundo gestor y su entidad financiera.
Me mando la documentación, la lei en diagonal, 50 páginas… ( ya sabéis todos como son estos documentos de densos) y lo firmé sin más. Se hicieron las transferencias y se compraron los fondos.
Al cabo de unas semanas, tras la invasión de Rusia a Ucrania, el asesor me contacta para cambiar el asset allocation y aprovechar la tremenda bajada de las bolsas y comprar fondos mucho mas baratos. Es una gran oportunidad, me dijo.
Me pareció bastante coherente, le dije que claro que sí, y me mandó la documentación para firmar la operación. Otro documento de 50 páginas.
No se por que pero esta vez al bajar el cursor del documento, me llevo a la paginas 46-47 del mismo, donde aparecía una tabla de comisiones, que hasta ese momento yo no había visto, empecé a comprobar los datos, y seguro que tenia cara de estúpido según lo hacia.
En esa tabla, aparecían las comisiones aplicadas por fondo más una comisión extra que se embolsaba la entidad financiera, comisiones que iban por fondo del 0.6% hasta el 3% en alguno de ellos, mas una comisión del 1.5% de la entidad financiera, es decir, que la comisión mínima que me estaban cobrando es del 2.1% y la máxima del 4.5% en algunos fondos.
Tiendo en cuenta que actualmente el resto de mi cartera lo tengo en fondos indexados con comisiones entre el 0.12% y el 0.36% y que ese es mi plan desde hace muchos años, no podéis imaginar lo mal que me sentí en ese momento.
Verifiqué si en las presentaciones que me hicieron aparecía ese dato, y efectivamente, no aparecía, los datos de comisiones detallados por fondo no aparecían en ninguna presentación. Solo en la maldita página 46-47.
Ya no es la cara de tonto que se te queda, es sentirte culpable por no leer las 50 páginas del documento, o por no haber realizado las preguntas adecuadas en la reunión que tuve con ellos.
Es saber en el fondo que tú sabías lo que tenias que hacer y que has vuelto a delegar en otros una decisión por no tener el valor de afrontar tus decisiones y tus fracasos en el caso de que los haya. Y encimas saber que “te la ha colado”, y solo es culpa tuya el que haya ocurrido.
Bueno, esta es la historia de mi último gran error, espero que os sirva, al menos para lo mismo que me ha servido a mi:
Confiar más en mí mismo y en mis decisiones.
Siempre, leer toda documentación que os haga firma una entidad financiera y si hay algo que estáis seguro que significa, preguntad. Y si aun así no queda claro, no lo firméis.
El mejor plan de inversión es el mas simple y barato, no dejarme liar “flipar” por economistas y gestores de bancos, que al final solo quieren el beneficio de su empresa y su comisión.
No confiar en los Asesores ni en las recomendaciones de Inversión de la Banca. Su negocio no es que tu vida sea mejor, si no que la suya sea estupenda.
Buscar Asesoramiento Independiente, alguien que busque planificar correctamente tus finanzas y que no dependa de comisiones externas. Esos Asesores miran por mí y mi beneficio, no por el beneficio del Banco.
Un saludo y recordad Lo mejor que el Dinero puede comprar es la Libertad Financiera